lunes, 22 de marzo de 2010

capitulo 3



Manuela llega a la mansión con uno de los gemelos en brazos. Detrás una nueva empleada con el otro. Víctor y Sergio se sorprenden.
--¿y estos niños? --preguntan los dos.
Manuela está nerviosa:
--son los hijos de una prima... la pobre murió, estos niños no tienen familia... ¿son bellos no? Los voy a criar como a mis nietos...
Víctor se queda conforme. Pasa por el lado de sus hijos ignorándolos. Ni los mira de reojo. Les es indiferente. Sergio tampoco los mira. Esta extrañado.
--De dónde sacaste estos niños?
Manuela tiene miedo que su esposo descubra que son sus nietos. Prefiere guardar el secreto. Teme que Sergio no quiere que se los quede por temor a la descendencia que puedan tener en el futuro. Con ella varios empleados traen ya todo lo que necesitan los bebés y ordena que los instala en el cuarto de al lado al suyo y al de su esposo.
--Manuela, ¿¿qué es esto?
La mujer sube a su cuarto con uno de sus nietos. La empleada detrás con el otro.
--ya te dije... Los hijos de una prima...
--Pero no tenias ninguna prima embarazada, tu fuiste al pueblo...
Manuela fulmina con la mirada y Sergio calla. Manuela se sienta en la cama y juega con uno de sus nietos. Le pide a la empleada que le deja al otro.
--se puede retirar...
Mientras juega con sus nietos Manuela dice:
--tuvo una niña negrísima horrenda...
--claro... salió a la madre... --Sergio riendo.
--Nunca más sabremos de esa bastarda...
--menos mal... ¿y la madre como se quedó?
--No sé... está despedida... di ordenes que la sacaran de la casa, que si lo pedía le enseñaran cualquier rincón del jardín como supuesta tumba de su bastarda...
Sergio mira a sus nietos con curiosidad pero no les hace caso:
--¿y entonces? ¿son los hijos de tu prima?
--Sí, una prima lejana que ni conocía pero ni modo... No puedo hacer otra cosa...
--tu misma... mientras no molesten...
--No, no lo harán...
Sergio deja a su esposa a solas disfrutando de la compañía de los gemelitos. Está encantada con ellos. Les agarra las patitas, les llena de besos:
--no se sabrá la verdad nunca... será mi manera de protegeros del estigma de tener una madre negra...
Le da un beso a cada uno mientras piensa en el nombre. El que nació primero se llamará Jeico y el otro Jairo .

17 años después...

Una joven de 17 años se está arreglando muy ilusionada. A su lado otra chica, de su edad.
--¿y está muy guapo tu novio?
--Jeico es el hombre más guapo del mundo... Es un morenazo impresionante... Si lo vieras amigas...
--¿y están muy enamorados, Eva?
--¡¡claro que sí Andrea... Jeico es el hombre de mi vida... Yo lo reamo... ¡ ¡¡y él siente lo mismo que yo... Cuando seamos más grandes nos vamos a casar y tendremos una casa llena de hijos...¡¡
Eva está muy ilusionada. La otra amiga es más escéptica. Aunque en realidad es que está un poco celosa porque es su amiga la primera en haberse echado novio.
--¿ya hablaron de boda?
Eva se maquilla, se cuida mucho para que Jeico la vea muy linda. Quiere estar bonita para él.
--No claro que no, él no me dice nada...
--¿no te habla de amor?
--No, ni yo tampoco...
--¿y entonces?
Eva está muy enamorada, muy segura:
--se nota como me toca... ¡¡como me besa...¡ ¡¡no sabes que rico besa...¡
Eva está muy contenta. Andrea se alegra por ella pero siente mucha envidia.

Eva va corriendo hacia la mansión de los Carreras-Nuñez, ahí la espera Jeico. El hijo mayor de Víctor y la negra Naná se ha convertido en un apuesto joven de 17 años. Muy seductor que tiene loca a Eva. Los dos jóvenes se abrazan y se besan apasionadamente. Luego corren hacia los jardines. A esas horas el jardinero no está y les encanta refugiarse en su caseta para besarse y acariciarse. Las caricias de Jeico cada vez son más calientes porque él cada vez necesita más cosas... Mientras le acaricia los muslos a ella dice:
--no sabes que ganas que tengo de dejar de ser virgen...
Ella lo mira coqueta:
--porque tu quieres... yo estoy dispuesta a hacer el amor contigo... quiero que los dos viviamos nuestra primera vez juntos...
Jeico no se lo hace repetir. Va acercando su mano al sexo de ella.
--quiero hacerlo ahora... pero no tengo condones...
Ella lo ve tan ansioso que le quiere dar gusto. Además ella también tiene muchas ganas de conocer el amor plenamente, de saber lo que se siente al fundirse con el hombre que se ama.
--por una vez no pasará nada --dice ella.
Jeico tiene una cara... Es tierno, torpe pero para Eva es el mejor. Es su amor... Es bastante rápido. Ella ha sentido más dolor que otra cosa pero está contento por él. Jeico no se ha dado cuenta que su amiga no ha gozado y es que él está en shock. Se retuerce de placer:
--¡guau... guau¡
Está más tiempo jadeando con los ojos brillantes que lo que ha durado el polvo el sí. Eva está muy emocionada de que el joven haya vivido su primera vez con ella. Está segura que esa tarde han quedado unidos para siempre. Él está tan contento que a ella es lo que más le importa. Haber sido ella la que le haya dado lo que más deseaba. Jeico tarda en recuperarse. Finalmente lo hace. Feliz le dice:
--gracias por este regalo... Nunca lo olvidaré... No lo hubiera tenido tan fácil con otra por muy amiga que fuera...
Eva lo escucha emocionada.
--bueno... tampoco ha sido nada tan anormal...
Ella le va a decir que entre novios estas cosas son normales. Él la mira sorprendido pero encantado.
--nunca pensé que fueras así... No te critico... está muy bien ser tan liberal. Cada cual puede hacer con su cuerpo lo que quiera...
A Eva se le está borrando la sonrisa del rostro:
--No entiendo...
Jeico habla inocentemente. Aunque ya se siente un hombre, actua de un modo infantil. No se da cuenta que está lastimando a su amiga. Cree que estar con él para ella ha sido igual que para él: hubiera podido ser cualquiera.
--no son muchas chicas la que te den sexo sin nada a cambio, sin compromisos. Es lo mejor. Un polvo y cada uno por su lado como si no hubiera pasado nada.
Eva está pálida. Su voz le tiembla. Ella habría jurado que Jeico era su novio. No había promesas, sólo había besos, caricias. Sus primeros besos, sus primeras caricias. Eva nunca imaginó que para su amigo eso no significaba nada. Jeico está tan feliz que no se da cuenta que a su amiga le pasa algo.
--pero tú y yo somos ...
Eva está pálida. No le sale las palabras.
--si somos amigos... y eso digo yo... nos podemos divertir juntos... hasta que tú tengas novio y yo... Hay una chica que me mueve el piso... Ojalá se me dé con ella... y si no... buenos nos podemos desahogar juntos... ¿no?
Ella desconcertada.
--te pasa algo?
Él mira el reloj.
--uy, se me hace tarde...
Se sube los pantalones. Se los abrocha.
--mi tía quería que fuera con ella al hospital... todos están pendientes de la llegada de la nieta --dice con algo de celos.
Jeico mira pícaro a Eva:
--hasta mañana...
La besa en los labios y se va corriendo. A Eva le duele que Jeico no se ha dado cuenta que ella está sufriendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario