--¿¿y bien?
Como Andrea no le dice nada se desilusiona.
--¿¿No lo estoy?
Andrea le da el test:
--tómatelo con calma...
Con cara de depravado, Víctor entra en el dormitorio que "comparten" Eva y Jeico.
--Evita... dejaste la puerta abierta... ¿¿Me esperabas?
La joven esta en la ducha. El depravado se excita al ver la ropa tirada en el piso:
--En estos meses me has tenido jugando al gato y al ratón pero sabia que te iban a dejar sola, que el sargento de tu tía iba a dejarte sola...
El hombre empieza a desnudarse.
--y hoy es tu día de suerte... hoy vas a ser mía nuevamente...
Víctor entra en la ducha:
--zorrita mía --dice divertido-- ¿donde estas?¿¿quieres jugar?
Grita. Es la tía de Esperanza que le pone un puñal en los genitales:
--¡¡ahora soy yo la que te voy a perseguir... no vas a poder dormir tranquilo nunca mas...siempre tendrás miedo que en la noche yo llegue y te corte tus miserias para que no vuelvas a molestar a ninguna mujer...¡¡
Lo deja ir pero le advierte que si se acerca a su sobrina o simplemente se le cruzan los cables... mueve el puñal haciendo gestos de cortar cerca de los genitales del hombre que protege su tesoro con las manos. NO se molesta a vestirse. Se cubre la parte delantera con su ropa y se va huyendo con todo el trasero al aire. La mujer ríe:
--un problema menos...
Cuando Esperanza se entera de todo siente que puede dejar el pasado atrás y cuando llega su esposo lo recibe con un apasionado beso.
--mi amor, que efusiva.
A Jeico le encanta sentirse deseado. Le dolía que Esperanza sintiera asco de que la tocara. No pierde su tiempo y la va arrastrando hacia la cama pero cuando el cuerpo de Jeico va a posarse sobre del de ella comienza a gritar. Grita como aquel día que tiene tan presente. Jeico se levanta aturdido.
--¿¿¿¿es que juegas conmigo?¡ ¿¿¡es que te gusta hacerme sufrir?¡
--¡no, no puedo¡ --dice ella muy atormentada-- ¿¿es que no me puedes tener un poco de paciencia?
--Más --le reprocha él dolido-- no creo que lo que yo te haya hecho sea tan terrible para que me lo pagues así...
Se va sofocado sin decirle nada. Esperanza llora amargamente.
Jeico agarra su moto. La velocidad lo relaja. Luego busca a ella. Esperanza lo lanza al infierno y Eva lo sube al cielo. Lo esperaba más tarde pero lo recibe sin preguntas. Jeico no las necesita. LO que necesita es desahogarse, descargar la bestia que lleva dentro. Fornican de una manera salvaje. Luego él cae en la cama retorciéndose de placer. A ella le encanta ver la sonrisita que tiene cuando ha estado con ella. A él le encanta la cara de felicidad con la que lo mira Eva cuando están juntos. Eva apoya su cabeza en el torso desnudo de él. Le besa el pecho, lo acaricia. Es una mujer feliz y plena gracias a él. Le suenan las tripas. Él sonríe.
--hoy me vine sin cenar --dice poniendo cara de bueno.
Eva se levanta.
--en seguida te preparado algo --dice poniéndose una bata.
Él se incorpora en la cama. La mira sorprendido:
--estas bien... ? tienes algo especial en la mirada...
Eva esta radiante. Es una mujer nueva pero no le dice nada. Eva en seguida va a la cocina mientras que Jeico descansa un poco. Al rato se levanta poniéndose un boxers y va a la cocina. Eva ya casi tiene lista su comida. Él la besa en el cuello y la abraza por la espalda. Ella goza de cada segundo que pasa a su lado. Jeico disfruta del calor de hogar, de la paz que respira al lado de Eva.
--gracias por mimarme tanto.
Ella se limita a sonreír y a besarlo. Mientras ella pone la mesa el va a hacer pis. A Eva le encanta observarlo en esos momentos y se acerca un rato para verlo. Con su herramienta en la mano orinando Jeico la mira regañón:
--que haces Eva...
Ella le da una palmada en la nalga y se le dispara el rayo que cae sobre la papelera. Ella se ríe. El la mira divertido pero se hace el enojon:
--¡te vas a enterar¡ --dice mientras se sacude la ultima gota y se guarda su preciada herramienta.
Eva se va corriendo. Divertido él le dice:
--¡¡no huyas que igual vas a tener tu merecido¡
Como lo ha dejado todo perdido de pis agarra un poco de papel para limpiar ni que sea la pared. Todo lo que había dentro de la papelera ha quedado empapado.
--¡muy buena tu bromita¡
Se iba a ir pero hay algo que llama su atención y aunque se moja todo lo agarra. Es el test de embarazo de Eva. Sale medio desnudo del baño:
--que es esto?
Eva traga saliva no quería que se enterara de esa manera. Jeico la mira casi en shock:
--estas embarazada...?¡
Ella hace que sin con la cabeza. Y antes de mostrar su alegría él la abraza y le dice:
--no te preocupes, vamos a superar esto juntos...
y Eva no puede creer que Jeico acepte a su hijo. y se quede con ella. La sonrisa se le borra del rostro cuando él le dice:
--buscare un medico de confianza... él solucionara el problema y podremos seguir como antes.
Eva da un pequeño empujón a Jeico y lo mira muy desilusionada. Siente que no lo conoce.
--quieres que aborte? --dice horrorizada.
Él la mira con timidez y le dice:
--bueno, la palabra es fea pero no nos queda de otra... tu y yo no podemos tener un hijo.
--y porque no...? --le reprocha ella dolida.
Jeico no piensa en ese bebe como en su hijo sino como en un accidente que se puede corregir. Le parece muy normal y sensato lo que le propone:
--porque no somos una pareja, somos dos amigos y los amigos no tienen hijos...
--pero bien que nos acostamos... --le reclama ella.
--No tiene nada que ver... Ninguno de los dos quería un hijo. Además es más por ti que por mi... ¿que vas a hacer tu sola con un hijo? Vas a echar a perder tu vida... Piensa que es un método anticonceptivo más.
Eva se lleva las manos al vientre:
--llevo a tu hijo dentro de mi y es lo mas grande que me ha pasado...
A Jeico le sorprende el interés con el que Eva defiende ese bebe. No se la imagina como mama. Medio desnudo y con la mano manchada de pis no se puede tomar en serio lo de tener un hijo. Le acaricia las mejillas con cariño:
--hazme caso, aborta... No estamos en condiciones de tener un hijo.
Ella se aparta de el.
--¡no quiero...¡¡
--¡¡somos dos amigos... no podemos tener un hijo...¡
--yo quiero tener este hijo
Jeico intenta que la chica entre en razón:
--te quedaste embarazada por accidente, ninguno de los dos queríamos a este hijo...
De pronto Jeico ve la mirada iluminada de Eva, se da cuenta que le hace demasiado ilusión ser madre. Con un tono algo molesto le pregunta:
--dime una cosa... ¿lo hiciste aposta...?
--no...
Jeico la conoce, se da cuenta que si no la mira a los ojos es porque miente y le duele mucho:
--donde tienes las pastillas...?
Busca en las cajones. Se empieza a alterar.
--¿¿Dónde las tienes?
--las cambié de sitio... --dice nerviosa.
--donde?¡ --le exige.
--se me acabaron... --acaba diciendo.
Jeico se lleva las manos a la cabeza. Luego la zarandea dolido:
--¡¡¡mientes... querías atraparme con un hijo...¡
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